CARTAS DESDE IWO JIMA
Dirección: Clint Eastwood
Género: Bélico
Duración: 141 min.
Estreno en España: 16 Febrero 2007
Allá por finales de enero hice la crítica de Banderas de nuestros padres, a la que no puntué muy bien porque me pareció bastante vacía de contenido y que utilizaba mucho y mal la técnica del flashback. Aun así, conservaba la esperanza en Cartas desde Iwo Jima, la otra versión de la batalla en esta isla (en el contexto de
En este caso, la historia, pero, se centra en las cartas que los soldados y altos mandos japoneses enviaban a sus familiares contándoles sus miedos y de paso, se hace alguna incursión en la vida previa a la guerra de algunos de sus personajes más destacados
Para empezar, es un buen detalle que la película sea en V.O.S. A algunos les parecerá cansino tener que ir leyendo todo el rato, pero teniendo en cuenta que se trata de una película en japonés, oír las voces originales te ayuda a adentrarte en la historia. Es precisamente un fallo que se produjo en El último samurai, donde un doblaje pésimo al castellano restó bastante calidad a una buena película.
Otra razón es que su protagonista principal -el general Kuribayashi- sea Ken Watanabe (El último samurai, Memorias de una Geisha, Batman Begins…), un actorazo que no deja indiferente en ninguna de sus películas y que está a la altura de las grandes figuras.
Pero sin duda, lo que realmente es destacable de la película es cómo da entender cuáles eran las contracciones internas de los japoneses.
Por un lado, querían respetar el código ético que les era impuesto, el llamado bushido seguido por los extintos samuráis y recogido en el libro Hagakure; y es que, durante
Por otro, sentían miedo y su instinto de supervivencia les decía que no tenían por qué no considerar la posibilidad de salir con vida del conflicto, aunque les hubieran preparado para ello (es muy significativo el momento de la arenga militar, en el que los japoneses afirman ser superiores por el hecho que los norteamericanos creen en el fondo que volverán a casa, mientras que los nipones ya dan por supuesto que no sobrevivirán).
Y por si fuera poco conserva todos aquellos buenos detalles bélicos de Banderas de nuestros padres (los efectos cuando se suicidan los japoneses son espectaculares) y, de forma muy habilidosa, se han ensamblado puntos de conexión entre ambas películas, sin que se haya caído en el error de que se muestren personajes principales de aquella película, porque se trata de que el protagonismo lo acapare la propia historia de Cartas desde Iwo Jima.
Lo bueno: no que no estuviera doblada, sus efectos y la interpretación sublime de Ken Watanabe.
Lo feo: que esta genial película no haya obtenido un mayor reconocimiento en la gala de los Oscars del pasado día 25 de febrero (sólo se llevó el Oscar a Mejor Edición de Sonido, pero también estaba nominada a Mejor Película, Mejor Director y Mejor Guión Original).
Lo malo: nuevamente, parte del público, que no estuvo a la altura de las circunstancias. Coincidencia o no, volvió a ocurrir en el Cine Aribau. Suponemos que olvidan que solamente desde la curiosidad y respeto se puede llegar a entender otra cultura (en este caso la japonesa), y nunca desde la indeferencia y la mofa. Pero bueno, los encefalograma plano siempre han existido.
Recomendada para… Los amantes del séptimo arte y del pensamiento oriental, a partes iguales.
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