domingo, 30 de septiembre de 2007

CRÍTIKA CINE - La ventana pajillera



DISTURBIA
Dirección: DJ Caruso

Género:
Intriga, thriller
Duración:
104 min.
Estreno en España: 21 Septiembre 2007


Desde Plano Critiko intentamos siempre mantener la objetividad e imparcialidad en nuestras critikas, hacerlas de manera aséptica y sin cebarnos. Pero este es uno de los casos en que está totalmente justificado sudar de toda consideración e ir directamente a degüello.

Y es que semejante bazofia no puede, por menos, que ser puesta a parir por un servidor, que se sitió literalmente timado al ver cómo una película que podía ser medianamente buena (no hace falta ahora que gane el Oscar) acabe resultando equiparable a un telefilm de sobremesa de los domingos, de esos que te pasa A3 mientras te quedas sobado en el sofá con la babilla colgando.

En un burdo intento de imitar a La venta indiscreta de Hitchcock, Disturbia (que, atención, así se llama el barrio donde ocurre todo -vaya nombrecito también...-) nos presenta la típica historia de un adolescente (Shia LaBeouf, el chico de Transformers) que queda trastocado por la muerte de su padre en un accidente de tráfico, convirtiéndolo en reservado y huraño, hasta el punto de tener algunos problemas con la ley; y el último de esos episodios le lleva a una condena de arresto domiciliario, con un férreo seguimiento a través de un localizador.

Aburrido como un mono después de que su madre (Carrie-Anne Mose, más conocida como Trinity en Matrix -quién iba a decir que esta mujer ya haría papeles de madre, un punto sin retorno...–) le quite la Xbox y la TV, y harto de matarse a pajas, lo único que le queda al pobre es espiar a los vecinos con unos prismáticos, para montarse su particular Gran Hermano 9 (pero sin Mercedes Milá dando la brasa). Y al pavo le entra la paranoia de que su vecino es el asesino del que no paran de hablar en las noticias y que está sembrando el pánico en el Estado, matando a jovenzuelas.

En estas que se instalan como vecinos una familia que viene de la ciudad y que tienen una hija de muy buen ver. La tía está potente a más no poder y, por supuesto, nuestro prota pajillero le da el repaso correspondiente con los prismáticos mientras se baña y se desviste. Un día que le está haciendo el seguimiento con un amigo (un asiático cachondo que protagoniza el único momento divertido de la peli, gastando una broma de mal gusto), la muchacha se da cuenta y le pica a la puerta. Y cosas de la vida… Se da cuenta de que ese freak-obseso que tiene por vecino está mucho más bueno y que es mucho mejor intencionado que todos esos fornidos compañeros de Instituto que se la quieren beneficiar día sí y día también... Cualquier parecido con la realidad es pura timada.

Y nada, ahora que el muchacho no tiene que perder el tiempo en ale-manitas, se dedica por completo a sus investigaciones sobre el vecino, junto con su vecina macizorra y el amigo asiático (aunque él no puede salir de casa, por culpa del puñetero localizador, lo cual le tiene bastante impedido). El trío calavera cada vez lo tiene más claro: su vecino es el famoso asesino, todo apunta en esa dirección.

En este punto de la peli aún crees que tiene salvación, conservas las esperanzas de que ha de empezar lo bueno. ¡Pues no! Ahora te dan el estacazo, para rematarte. El vecino empieza a hacer DE TODO para autoinculparse!!! O sea, que eres un asesino y en vez de ser un poco cuidadoso no dejas ocasión para lanzar puyitas a los que sospechan: que si me compro un pala, que si entro en tu casa sin previo aviso en plan amenazante, que si enseño un cuchillito… La situación llega a un punto álgido en el que ya la peli pasa a ser ya directamente un thriller barato, con escenas grotescas que intentan una patética imitación de El resplandor (la escena de la rotura de la puerta hacha en mano) y con los tópicos que acompañan al género: los actores secundarios tienen una muerte simple y rápida, mientras que a los principales se les mantiene largo rato en vida, para que después puedan joder los planes del malo; el susodicho malo malote recibe por todos lados, pero tiene un aguante de tres pares… Amén de otras perlas como una velocidad inusitada para llegar a otras casas y acceder a ellas (¡pá que vamos a cerrar la puerta, si nuestro vecino es un asesino confeso!).


Total, casi dos horas de una castaña llena de tópicos y pueril hasta la médula, absolutamente digna del celuloide vomitivo.


- Lo bueno: Sólo se pueden salvar 3 cosas: el accidente del principio, que está currado; los paseos que se da la muchacha, que al menos alegran la vista; y la banda sonora, que no está mal. Lo demás puede ir directo a la papelera de reciclaje.

- Lo feo: ¡¡Vaya homenaje a La ventana indiscreta de Hitchcock!! Si el pobre levantar la cabeza… ¡¡volvía a palmarla en el acto!!

- Lo malo: ¿No ha quedado suficientemente claro?


Recomendada para… Tener un ataque de ira en el cine.

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